En ese texto de opinión para Washington Post, Aviva Chomsky, autora de "La historia olvidada de Centroamérica: Revolución, violencia y las raíces de la migración", recuerda que durante el último siglo y medio, Centroamérica ha sido fuertemente influenciada por los intereses de las corporaciones estadounidenses respaldadas por el gobierno de Estados Unidos.
En el siglo XIX, aventureros y filibusteros estadounidenses invadieron y se establecieron en Centroamérica, promoviendo la región como una ruta fácil hacia la Fiebre del Oro de California. A finales del siglo XIX, la United Fruit Company estableció enormes plantaciones de banano a lo largo de la costa caribeña e implementó rutas regulares de transporte marítimo, explotando tierras y mano de obra baratas mientras creaba un mercado para los plátanos en Estados Unidos.
Con el ascenso de Estados Unidos como potencia global a principios del siglo XX, se apoyó en doctrinas como la Doctrina Monroe (1820), que advertía a los europeos contra interferencias en el hemisferio, y el Corolario Roosevelt (1900), que afirmaba el derecho a ejercer "poder policial internacional" cuando las inversiones estadounidenses estaban amenazadas. Esta influencia imperial incluyó la ocupación territorial y la intromisión política, como la ocupación de Nicaragua por parte de los Marines de Estados Unidos de 1912 a 1933 para proteger los intereses estadounidenses y las posibles rutas de canal, allanando el camino para que el líder respaldado por Estados Unidos, Anastasio Somoza, instalara una dictadura familiar de décadas de duración.
En el centro de esta intervención estaban las convicciones compartidas entre los formuladores de políticas, las corporaciones estadounidenses y las élites políticas y económicas centroamericanas, que veían a los pobres rurales y a las poblaciones indígenas como "atrasadas" y necesitadas de reforma mediante el progreso económico impulsado por la inversión extranjera y la producción orientada a la exportación. Para los campesinos indígenas, esto se tradujo en desposesión de tierras y trabajo forzado.
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